Karma No es Destino

Seas lo que seas o dejes de ser, te lo has ganado, tanto lo bueno como lo malo

La palabra karma se ha vuelto muy popular. La gran mayoría de las personas cuando hablan de alguna persona que les hace esto o aquello, o de algún jefe exigente, dicen:“es mi karma”.

Sin embargo, no todo el mundo comprende lo que el karma significa, y por qué es tan importante saberlo. El karma nos muestra cómo hemos llegado hasta donde nos encontramos: las circunstancias de nuestra vida, los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor, las personas a quienes parecemos atraer.

Pero no nos dice cómo con nuestro libre albedrío en el pasado  respondimos a esas circunstancias, acontecimientos y personas y eso es lo que determina nuestro destino. Creamos karma pero también podemos usar nuestro libre albedrío para transformarlo.

Primero vamos a pensar en los talentos con que nacieron y las cosas buenas que les ha pasado en la vida. Luego piense en lo que conocemos como limitaciones que han tenido en esta vida. Ambos tienen que ver con su karma. Esto nos dice que lo que nos sucede en el presente es el resultado de las causas que hemos puesto en movimiento en el pasado. Ya fuera hace unos diez minutos o diez vidas atrás.

Todos hemos crecido aprendiendo algo acerca del karma. Escuchamos: “el que siembra vientos cosecha tempestades”.” Lo que el hombre siembra, eso también cosechará”.

En el Sermón de la Montana, Jesús habla de la precisión matemática de esta Ley de causa y efecto. La ley de responsabilidad personal: “No juzguéis para que no seáis juzgados, porque con el juicio que juzguéis seréis juzgados y en la medida que medís serás medido”. “Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también vosotros haced con ellos. Porque esto es la Ley”. Esencialmente, el karma indica que cualquier cosa que hagamos, regresa a nosotros en algún momento.

Karma es una palabra sánscrita que quiere decir “acción o acto; concepto que incluye todo pensamiento, sentimiento, palabra, obras, acciones positivas y negativas, que generan una cadena de causas y efectos, que nos toca experimentar personalmente.

El karma positivo es nuestro mayor benefactor, al devolvernos el bien que hayamos hecho a los demás. Cosas positivas.  La energía a la que hemos dado un giro negativo también regresará a nosotros. El karma negativo es nuestro mejor instructor al permitirnos aprender de nuestros errores y cómo reaccionamos a las circunstancias que se nos presentan.

El karma determina la familia en la que nacemos, nuestras relaciones, nuestra profesión y nuestra salud. Nos ayuda a dar respuesta a las interrogantes de la vida.

La reencarnación

Reencarnación es sencillamente sinónimo de oportunidad, para corregir nuestras deudas kármicas que tengamos con otros y cosechar las bendiciones que hayamos sembrado. La Tierra es una escuela. Cada uno de nosotros tiene lecciones que aprender, como progresar, amar, perdonar. El requisito para graduarse es conseguir la unión con Dios. Elizabeth Clare Prophet nos dice que la reencarnación es tanto para aprender de nuestros errores en la tierra como para buscar a Dios. Que esa es la clave para entender el viaje de nuestra alma.

En la actualidad millones de personas en el planeta creen en la reencarnación: “¿Qué le ocurre a alguien que muere sin ser ni suficientemente bueno como para ir al cielo ni suficientemente malo como para ir al infierno?

La reencarnación nos explica que formamos parte de un corriente de conciencia en movimiento, y que a lo largo de muchas vidas de experiencia nuestra alma está evolucionando.

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